El interior de la basílica
La basílica tiene un aula con 3 naves cuyas columnas son de derivación clásica: los capiteles son romanos y los arcos que forman las columnas son redondos.
Al final de la nave central se encuentra el ábside que tiene un maravilloso mosaico cuyo tema es el mismo que el de la fachada: el Cristo Pantocrátor se sienta en un trono entre María y San Miniato.
Además, los cuatro evangelistas están representados en su simbolismo típico.
S.
Matteo es el ángel, S.
Luca el buey, S.
Giovanni el águila y S.
Marco el león.
La iglesia se divide en tres niveles: - el piso - la cripta (donde se guardan las reliquias del santo) - el presbiterio, que es el área para el clero y es más alta que las naves.
En el presbiterio está el púlpito del que se hicieron los sermones.
El techo de la iglesia está hecho de celosías de madera estucadas hechas por trabajadores lombardos.